Los "Acuerdos
de Ginebra": La última
maniobra contra el pueblo palestino
CSCAweb (www.nodo50.org/csca),
3 de diciembre de 2003
Nota Informativa CSCAweb (Loles Oliván)
"Lo
que establece el documento de Ginebra refleja que no hay renuncia
real por parte de Israel, sino reiteración de las exigencias
que se establecieron ya en Camp David, con Clinton y Barak, a
la Autoridad Palestina. [...] El anuncio de que a finales de
este mes Powell se reunirá con los autores de este documento,
pone de relieve el respaldo implícito que la Administración
Bush puede darle a pesar del silencio formal que ha guardado
en las últimas semanas ante esta iniciativa"
El lunes, 2 de diciembre se
llevó a cabo la ceremonia de la firma de los llamados
Acuerdos de Ginebra [1], un documento acordado en secreto
para la resolución del conflicto palestino-israelí
y publicitado a finales de octubre como no oficial que
encabezan individuos de la izquierda israelí y palestinos
próximos a la Autoridad Palestina (AP) bajo la dirección
del laborista y ex ministro de Justicia Yossi Beilin y de Yaser
Abed Rabbo, asistente de Yaser Arafat y miembro del equipo negociador
palestino.
La publicación de los
Acuerdos de Ginebra ha generado en las pasadas semanas un importante
rechazo por parte de amplios sectores palestinos al considerarlo
ajena a sus intereses nacionales y colectivos: no solo anula
el Derecho al Retorno de los refugiados palestinos, tal y como
les reconoce la resolución 194 de Naciones Unidas [2],
sino que opera en contra de las reivindicaciones legítimas
palestinas al formalizar la solución de "dos Estados"
haciendo caso omiso de la legalidad internacional y salvaguardando
las exigencias israelíes de que cualquier futuro Estado
palestino habrá de quedar sujeto al control territorial
-fronteras de tierra, mar y aire- poblacional, económico
y securitario de Israel.
El mismo lunes, 2, miles de
palestinos y palestinas tomaron las calles en diferentes puntos
de Cisjordania y Gaza para expresar su rechazo a los "Acuerdos
de Ginebra" que calificaban de "documento traidor".
En la ciudad de Gaza, cientos de dirigentes políticos
de las principales corrientes palestinas, incluidas figuras relevantes
de la OLP, denunciaron públicamente los Acuerdos y reclamaron
a Arafat que los rechace pública y claramente. El presidente
del Departamento de Refugiados de la OLP, Abdullah al Hurani,
suscribió estas peticiones añadiendo: "Que
todo el mundo se entere: aquéllos que han participado
en la fiesta de Ginebra no nos representan y si dicen
hacerlo, no les crean" [3]. Igualmente, Rafik Natshe,
portavoz del Consejo Legislativo Palestino (CLP), recordaba a
"la gente de Ginebra" que la cuestión
palestina comenzó en 1948 con los refugiados y solo concluirá
con su retorno a sus hogares y aldeas. El Buró Político
del Frente Popular para la Liberación de Palestina igualmente
se ha posicionado en contra [4].
Lo que establece el documento
de Ginebra refleja que no hay renuncia real por parte de Israel
sino reiteración de las exigencias que se establecieron
ya en Camp David de 2000, con Clinton y Barak, a la AP; exigencias
que, igualmente han sido ya respaldadas por Paul Wolfowitz, Colin
Powell, y muchos ex dirigentes dentro del ejército israelí
y del Shin Bet, sus servicios de información. El anuncio
de que a finales de este mes Powell se reunirá con los
autores del documento pone de relieve el respaldo implícito
que la Administración Bush puede darle, a pesar del silencio
formal que ha guardado en las últimas semanas ante esta
iniciativa [5].
El consenso
histórico del sionismo
Los "Acuerdos de Ginebra"
se están publicitando como una iniciativa emanada de los
círculos progresistas israelíes -"la izquierda
israelí", se dice, en una supuesta contraposición
a la derecha del Likud- que "abra una vía alternativa"
a la política del actual gobierno de Sharon. Sin embargo,
el Acuerdo de Ginebra, de firma laborista, lleva implícito
el sello del consenso establecido por el sionismo israelí
-invariable desde los años 70- para dar una solución
a la cuestión palestina que no contempla la aplicación
de los legítimos derechos nacionales palestinos. La consideración
de que individuos muy próximos a la AP han formado parte
de la elaboración y firma de estos Acuerdos confirma la
aceptación de una nueva rendición por parte de
la elite política oficial palestina, tal y como se plasmara
en 1993 en el marco de los Acuerdos de Oslo.
Pese a haberse presentado como
un acuerdo informal, la ceremonia de Ginebra ha sido cautelosamente
diseñada para presentarse como vinculante a pesar de que
el gobierno de Israel la ha criticado formalmente. La presencia
de más 700 invitados entre los que se encuentran destacadas
figuras políticas internacionales como Jimmy Carter, más
de 200 representantes de la llamada "izquierda israelí",
así como la asistencia de representantes oficiales y no
oficiales de los diversos estados árabes (la mayoría
de los cueles todavía no han reconocido al Estado
de Israel) como Omán, Bahrein, Arabia Saudí, Marruecos,
además de Egipto y Jordania, y también de la UE,
pone de manifiesto el respaldo oficial a una iniciativa negociada
en secreto y surgida a espaldas de la voluntad popular palestina
y de la mayor parte de sus fuerzas políticas -tal como
ocurriera con los Acuerdos de Oslo- en un momento en que la presión
militar y política se cierne sobre los Territorios Ocupados
y muy especialmente contra la Intifada.
A pesar de la negativa de Arafat
inicial a enviar una carta de apoyo a la firma de los "Acuerdos
de Ginebra" mediante sus enviado, la AP ha estado formalmente
representada por el asesor del Consejo Nacional de Seguridad
palestino y próximo al presidente palestino, Yibril al
Rayub. Finalmente, el propio Arafat enviaba a la ceremonia del
lunes en Ginebra un mensaje de apoyo a los Acuerdos. Ello da
cuenta del respaldo de la AP a un acuerdo del que solo se podrá
obtener, del lado palestino, réditos políticos
temporales para una elite palestina hostigada por Israel y chantajeada
en su supervivencia política bajo la amenazada del "cambio
de régimen". En estas condiciones, es fácilmente
entendible que la legitimidad de este documento, firmado
en secreto cuando Israel y EEUU siguen presionando a la AP para
que cumpla con su función de acabar con la Intifada
y con la resistencia armada palestina, esté siendo ampliamente
contestada tanto desde los sectores populares como desde las
formaciones políticas, incluida Fatah, y las organizaciones
palestinas de los TTOO, al igual que está siendo cuestionada
la representatividad de una AP anquilosada y sometida a Israel
y a EEUU.

Notas:
1.Véase
en CSCAweb: Roni
Ben Efrat: Los 'Acuerdos de Ginebra': más allá
del tiempo y del espacio
2. Véase en CSCAweb: Roni Ben Efrat: Los 'Acuerdos de Ginebra':
más allá del tiempo y del espacio
3. Amayreh, Jalil: "More Palestinian say 'no' to the Genova
Accord", IAP News, 2 November, 2003.
5. Véase su comunicado en la columna de la izquierda en
esta misma página.
5. Véase en CSCAweb: Nuevo gobierno de la Autoridad Palestina:
¿retomar la "Hoja de ruta"?
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