Entrevista
a Mohamed Hassan*
La resistencia iraquí
agudiza todas las contradicciones de EEUU
David Pestieau**
CSCAweb
(www.nodo50.org/csca), 15 de diciembre de 2003
'Solidaire', 12 de noviembre de 2003
Traducción del francés: Isabel Llacer, CSCAweb
"Y
nada indica que la financiación exorbitante de la guerra
por parte de EEUU pueda continuar sin provocar al final una grave
crisis interna en el interior de EEUU. Más pronto o más
tarde, las contradicciones se acentuarán en Iraq y en
la región, los estadounidenses se encontrarán en
una situación insostenible y tendrán que marcharse
del país"
David Pestieau (P.): La
Administración Bush ha obtenido 87 mil millones de dólares
del Congreso estadounidense para continuar la ocupación
de Iraq (y de Afganistán). Sin embargo, miembros demócratas
del Congreso e incluso algunos republicanos, que votaron todos
ellos a favor de la guerra, ponen ahora en cuestión la
ocupación. ¿Cómo se explica esta evolución?
Mohammed Hassan (R.): Desde
hace 50 años, existe un debate entre las diferentes fracciones
de la burguesía en EEUU. Una es la fracción "internacionalista-industrial",
que ha defendido la política de Containment ("Contención"),
es, decir tratar de contener al comunismo, de impedir que extendiera
su influencia, lo cual implicaba una fuerte alianza con Europa
occidental
La otra es la facción sudista, más ligada
a la industria petrolera y a la textil. Su estrategia es el Roll-back
("Echar abajo"): derrocar al comunismo y a todos
los regímenes independientes. Ha sostenido siempre que
el centro de gravedad de la hegemonía estadounidense pasa
por América Latina y, sobre todo, por Asia.
Hasta la caída de la Unión Soviética estas
dos facciones concluyeron un pacto: lo fundamental era el Containment,
pero con derrocamientos de regímenes selectivos -como
por ejemplo en Irán en 1953 o en Indonesia en 1965- cada
vez que era posible hacerlo sin enfrentarse demasiado con la
Unión Soviética.
P.: ¿Y a partir de
1989?
R.: Cuando cayó
la Unión Soviética una gran parte de la burguesía
estadounidense se volvió hacia el Roll-back absoluto,
la voluntad de imponer el capitalismo mundial por todas partes
bajo la hegemonía estadounidense. Con la crisis, a finales
de los 90 y comienzo de la década siguiente, ha habido
un consenso para derrocar a los regímenes de los Estados
llamados delincuentes. Las guerras contra Yugoslavia,
Afganistán e Iraq han constituido sus primeras etapas.
En el caso de Iraq, la estrategia era derrocar el régimen
y poner un gobierno títere en su lugar. Y, sobre todo,
partiendo de Iraq, cambiar a los otros regímenes de la
región. Desde el punto de vista económico, se trataba
de privatizar todos los sectores clave de Iraq, poner en pie
una economía neo-colonial e instalar un mercado único
donde Israel podría dominar a la región. De hecho,
se vuelve a una política colonial como la que existía
a comienzos del siglo XX.
P.: ¿Colonialismo?
R.: No hay ni Constitución, ni gobierno y todos los
contratos de reconstrucción son adjudicados a firmas de
EEUU [1]: un auténtico atraco. Por ejemplo, la
firma Halliburton, cuyo presidente ha sido durante mucho
tiempo el actual vice-presidente de EEUU, Dick Cheney. Una de
sus filiales, Kellogg Brown & Root Services, ha recibido
la adjudicación de la reconstrucción de la industria
petrolera iraquí por el doble de la suma prevista al comienzo:
dos mil millones de dólares. Y no sólo para la
reconstrucción, sino también para la construcción
de toda nueva refinería petrolera. El colmo es que el
Cuerpo de Ingenieros de Ejército de EEUU, encargado de
dirigir la reconstrucción, ha revisado al alza sus estimaciones
sobre la base de un estudio realizado por Kellogg. Las
ambiciones de las multinacionales estadounidenses del petróleo
son explotar los pozos actuales pero también perforar
otros, para extraer de ellos ¡ocho millones de barriles
diarios!
P.: Hoy Iraq se enfrenta con un paro nunca visto.
R.: En realidad, los estadounidenses llevan a cabo en Iraq
lo que han hecho en otros países del Tercer Mundo: transformar
a trabajadores manuales e intelectuales preparados en una marea
de mendigos y de esclavos modernos. Lo que hacen hoy los estadounidenses
es volver a lo que hicieron los británicos a comienzos
de los años 20 cuando invadieron Iraq.
La Revolución soviética y luego la victoria sobre
el fascismo tras la II Guerra Mundial fueron los motores de la
descolonización. Es por tanto lógico que la caída
del bloque socialista acarree la vuelta de un colonialismo modernizado.
Pero los pueblos del Tercer Mundo, en particular Iraq, han aprendido
mucho estos últimos 80 años: los iraquíes
saben que su país ha producido el número más
elevado de licenciados del mundo árabe; que pudo, en un
momento dado de su historia, utilizar sus enormes recursos para
construir un país moderno. Es esta conciencia lo que está
en la base de la resistencia iraquí actual. Y si hay cierta
oposición en el Congreso de EEUU es únicamente
porque la resistencia iraquí demuestra día tras
día que los planes de estadounidenses resultan ser muy
costosos, sin garantía de éxito.
P.: Pero una parte de los
países de la Unión Europea (UE) parece oponerse
a este expansionismo.
R.: Porque la guerra
contra Iraq era también una guerra contra Europa. El Roll-back
es el abandono de la política de alianzas previa a
la caída de la Unión Soviética. EEUU ha
hecho todo lo posible para dividir a Europa. Para imponer su
hegemonía total, tenía que volver a dividir las
zonas de influencia y pasar por la guerra contra Iraq. Es una
clara señal dirigida a Europa: "no pongáis
el pie en Oriente Medio". No hay que fiarse de las apariencias.
No hay que fiarse del aparente reencuentro de la unidad entre
Francia, Alemania y EEUU [2]. Las contradicciones aumentan.
Hace diez años hubiera sido impensable que la UE encargara
un sondeo en el que los europeos afirman que los dos países
que más amenazan la paz en el mundo son Israel (59%) y
EEUU (53%). También se desarrollan contradicciones en
los países que han elegido seguir siendo atlantistas.
Cuando España hace regresar a su personal diplomático
de Bagdad está expresando las presiones de la facción
de la burguesía española pro-europea.
P.: El propio Chalabi [3], el protegido iraquí
de Washington, se queja de que EEUU no deje más poder
al Consejo [Gubernativo] iraquí [4].
R.: En primer lugar están los movimientos kurdo-iraquíes
pro-estadounidneses [UPK y PDK], que durante diez años
han tenido el control de una región autónoma al
norte de Iraq. Han tenido ocasión de armarse y de organizarse.
Tienen una influencia preponderante sobre las demás facciones
pro-EEUU. Han impuesto la idea de un Estado iraquí federal.
Pero, guiados por un nacionalismo estrecho y ciego, no han comprendido
que EEUU tenía una agenda muy diferente de la suya para
Iraq. El ejército estadounidense los necesita para el
espionaje, la infiltración antes y durante la guerra.
Pero hoy los estadounidenses han debido de constatar que los
kurdos ya no pueden controlar el territorio que estaba antes
bajo su control [5]. Y Washington hace un llamamiento
[para el envío de tropas] a Turquía -al que se
ha negado-, lo que ha provocado airadas protestas de los kurdos.
Por otra parte, los movimientos árabes iraquíes
pro-EEUU no tienen ningún apoyo popular y sobre todo carecen
de una organización seria.
P.: ¿Une error de
evaluación de EEUU?
R.: En efecto, tanto
Powell como Rumsfeld han tenido que reconocer que no se esperaban
una resistencia tan potente y tan organizada. Contrariamente
a lo que habían afirmado al comienzo [de la ocupación],
han decidido volver a llamar a una parte de los miembros del
antiguo ejército para construir rápidamente un
nuevo ejército bajo sus órdenes. Pero, al actuar
de este modo, los movimientos kurdos como el de Talabani, sienten
que su poder disminuye; y las marionetas pro-estadounidenses
como Chalabi sienten que el poder se les escapa [6].
P.: Se trataría de
una marcha atrás de EEUU para dar una parte del poder
a integrantes del antiguo régimen que se pasarían
a su bando. Lo cual explicaría las declaraciones de Rumsfeld
de formar un ejército iraquí de 200.000 hombres.
R.: Precisamente. Los
estadounidenses esperan agenciarse a uno o dos generales ambiciosos
y oportunistas del antiguo régimen. Y atraerse de nuevo
bajo su control a una parte de la base del ejército iraquí.
Ésta, o bien se halla desocupada y en paro, o bien se
ha sumado a la resistencia. Los estadounidneses esperan de este
modo dividir al partido Ba'as.
En realidad, los antiguos miembros el ejército iraquí
son los únicos que tienen experiencia militar y dominio
de las formas de organización para construir un verdadero
ejército. Pero esta opción es muy frágil
para los estadounidenses: convertirá al ejercito en permeable
a las infiltraciones de la resistencia. Y, sobre todo, llega
demasiado tarde : si EEUU la hubieran aplicado en el momento
en que la moral de los nacionalistas estaba en lo más
bajo, hubieran podido esperar un reclutamiento más masivo,
pero ahora
El trasfondo
regional de la crisis de Iraq
P.: EEUU parece experimentar
también contradicciones cada vez mayores con los demás
países de la región.
R.: Sí, y también
con sus aliados tradicionales: Kuwait, Arabia Saudí e
incluso Turquía. Estos tres países han firmado
una declaración conjunta con el resto de los vecinos de
Iraq (Irán, Siria y Jordania) en la que se indica que
no aceptan [más que temporalmente] la ocupación
estadounidense del país y exigen que el poder sea devuelto
lo antes posible a los iraquíes. Kuwait se ha opuesto
también a la decisión de EEUU de anular la deuda
iraquí hacia ese país.
P.: También pueden explicarse esas declaraciones por
la presión popular: en los países árabes
el pueblo apoya con ardor a la resistencia iraquí.
R.: Sí, esto influye, pero son algo más que
declaraciones demagógicas. Nunca Kuwait y Arabia Saudí
habían hecho declaraciones públicas de esa envergadura
en sentido opuesto a EEUU. Estos regímenes feudales han
comprendido que los objetivos de EEUU no se limitan a derrocar
al régimen nacionalista árabe de Sadam Husein:
se trata de democratizar la región con salsa
estadounidense; en otras palabras, de derrocar a todos los regímenes
del Golfo para reemplazarlos por nuevos protectorados donde los
márgenes de la burguesía local quedan aún
más reducidos.
La estrategia anti-saudí de EEUU se ha expresado en el
informe al Congreso sobre los atentados del 11 de septiembre.
En él, decenas de páginas que no fueron hechas
públicas entonces cuestionaban el papel del Estado saudí.
El informe exige indemnizaciones del orden de 3.000 mil millones
de dólares, ¡el equivalente del total de la deuda
externa de EEUU! Nada más fue hecho público el
informe una delegación saudí, encabezada por el
príncipe heredero, se desplazó a Moscú.
Allí negoció un acuerdo petrolero anti-dumping:
Arabia Saudí se compromete a consultar a Rusia con el
fin de que no bajen los precios del petróleo mundial.
Hay que tener en cuenta que Arabia Saudí ha sido uno de
los principales aliados de EEUU en su cruzada anticomunista.
También ha financiado en gran parte la economía
estadounidense con sus petrodólares. Aceptando
bajar el precio del petróleo cuando EEUU se lo pide, las
entradas en divisas de las economías de los regímenes
nacionalistas árabes y de la propia ex Unión Soviética,
gran productora de petróleo, se han desplomado, provocando
crisis económicas en estos países. El acuerdo ruso-saudí
supone pues un giro importante y un desafío al dominio
de EEUU. Arabia Saudí, que en el pasado había aconsejado
a las asociaciones musulmanas de EEUU que votaran por Bush, les
pide hoy que hagan todo lo posible para que no sea reelegido
.
P.: Todas estas contradicciones
se acentúan a medida que la resistencia iraquí
se muestra cada vez más fuerte y más organizada.
R.: Hay una combinación
de varias formas de resistencia: acciones militares que apuntan
a convoyes estadounidenses pero también una forma de intifada
popular. De este modo, el 31 de octubre, la resistencia proclamó
tres días de huelga y de resistencia al ocupante, mediante
el boca-boca y la difusión clandestina de octavillas.
Al día siguiente, la ciudad de Bagdad estaba casi desierta.
Al otro día, un helicóptero estadounidense fue
abatido causando más de 20 muertos. Y al siguiente, fue
el cuartel general de las tropas de EEUU el que fue atacado.
Después del ataque contra el vicesecretario [de Defensa]
Wolfowitz, el 26 de octubre, se ve que la resistencia quiere
sembrar el pánico no solo en las bases del ejército
estadounidense sino también en su generales y en quienes
deciden.
Iraq, ¿un
nuevo Vietnam?
P.: El atentado contra la Cruz Roja el 27 de octubre plantea
de todos modos una cuestión: ¿por qué atacar
también a los que aportan una ayuda humanitaria ?
R.: La situación es algo más compleja. Durante
estos últimos diez años, la Cruz Roja y el Creciente
Rojo (su equivalente en el mundo musulmán) han efectuado
informes muy críticos sobre las consecuencias del embargo
para la población civil. Tras la caída de Bagdad,
el grueso del personal iraquí de la Cruz Roja, considerado
pro-Sadam, fue echado a la calle sin miramiento por
las tropas de ocupación. Colocaron a personas favorables
a EEUU en la dirección de la organización, y ésta
no presta ayuda más que en las zonas bajo control estadounidense.
Por ejemplo, no llega ayuda alguna a la ciudad de Faluya, bastión
de la resistencia. Y no seamos ingenuos: el ejército de
EEUU tiene infiltrados que realizan tareas de espionaje en este
tipo de organización. Todo esto puede explicar las motivaciones
de los que han atacado ala Cruz Roja.
P.: Algunos analistas comparan
Iraq con Vietnam.
R.: Hay elementos comunes,
evidentemente. Pero hay que situar estas dos guerras en su contexto.
La guerra de Vietnam se enmarcaba en la estrategia del Containment.
EEUU quería tener como en Corea, un Vietnam del Norte
comunista y un Vietnam del Sur pro-estadounidense. Pero tuvieron
que vérselas con una guerrilla fuertemente implantada
en el pueblo y con un partido comunista bien organizado, apoyado
por China y por la Unión Soviética. En Iraq, Washington
actúa en una lógica del Roll-back, del derrocamiento.
La resistencia iraquí no tiene el apoyo de la ex Unión
Soviética, ni abiertamente de otros países poderosos.
A priori, la situación es por tanto mucho más
difícil. Pero EEUU tiene también sus puntos débiles:
ha perdido la guerra de propaganda en el mundo árabe y
musulmán; la resistencia tiene el apoyo de prácticamente
todas las clases sociales en el mundo musulmán; la agresión
estadounidense ha incrementado la toma de conciencia de esta
población de más de mil millones de personas. De
este modo, a la resistencia iraquí no le faltarán
fondos si continúa organizándose. Y nada indica
que la financiación exorbitante de la guerra por parte
de EEUU pueda continuar sin provocar al final una grave crisis
interna en el interior de EEUU. Más pronto o más
tarde, las contradicciones se acentuarán en Iraq y en
la región, los estadounidenses se encontrarán en
una situación insostenible y tendrán que marcharse
del país.

Notas de
CSCAweb:
1. Como se
ha comprobado el 10 de diciembre con la exclusión por
parte de EEUU de la posible adjudicación de los 26 grandes
contratos por un valor de 18.600 millones de dólares para
la reconstrucción de Iraq a los países opuestos
a la guerra, como Francia, Alemania y Rusia, además de
México y Chile.
2. Ver nota anterior.
3. Presidente del Congreso Nacional Iraquí.
4. Véase en CSCAweb el texto de Hebert Docena: 'Iraq:
¿Colaboracionismo crítico?' - El Consejo Gubernativo
presenta el calendario de traspaso anticipado de poder político
impuesto por EEUU ante el derrumbe de la ocupación
5. En los últimos dos meses las operaciones de la resistencia
parecen concentrarse ciertamente en la zona kurda, particularmente
en Mosul (véase: Diario de la resistencia iraquí
- Noviembre de 2003).
6. El diario estadounidense The Washington Post del día
5 de diciembre confirmaba que la administración de ocupación
de Iraq ha decido finalmente aceptar la formación de una
fuerza paramilitar de entre 750 a 850 efectivos, que colaborará
con las tropas de ocupación en la lucha antiguerillera
inicialmente en la zona de Bagdad, aportados por cinco formaciones
iraquíes vinculadas a los ocupantes: los dos partidos
kurdo-iraquíes UPK (de Jalal Talabani) y PDK (liderado
por Barzani), el Congreso Supremo de la Revolución Islámica
en Iraq (CSRII), el grupo de Chalabi (Congreso Nacional Iraquí)
y el de Ayad Alawi, el Acuerdo Nacional Iraquí. La crítica
situación interna de seguridad que vive Iraq como resultado
de la ofensiva insurgente ha determinado el cambio de opinión
de EEUU, en línea con el llamado proceso de iraquización
de la crisis que vive el país (véase en CSCAweb:
Diario
de la resistencia iraquí - Diciembre de 2003).
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